Muchas personas en la actualidad sufren de Incontinencia Urinaria, la cual generalmente esconden por vergüenza y la atribuyen a la edad, sobrepeso o al embarazo, siendo esto normalizado bajo estas premisas.
La verdad es que la Incontinencia Urinaria es una condición bastante desagradable para el que lo padece pues la persona esta sujeta a controlar tanto la risa como la tos, estornudos o esfuerzos por temor a no poder controlar su orina, gases o material fecal.
Muchas personas adultas que padecen esta condición incluso se ven obligados a utilizar protectores tipo calzón como ropa interior, para prevenir cualquier incidente.
Y en la mayoría de los casos escuchamos que la única cura es la cirugía, la cual consiste en reconstruir los músculos pélvicos que soportan a la vejiga, la uretra, los intestinos y otros órganos.
Pero ¿por qué ocurren los prolapsos o se debilita el suelo pélvico?
La Incontinencia urinaria tiene diversas causas y en la mayoría de los casos (los menos agudos) se puede corregir o mejorar considerablemente sin cirugías con ayuda de ejercicios de Kegel y evitando ciertos movimientos o situaciones que lo pueden ocasionar.
Entre los factores que promueven esta condición están:
- El parto vaginal.
- Embarazo.
- Gestar y dar a luz a un bebe muy grande o aumentar de peso en el embarazo significativamente.
- Sobrepeso u obesidad.
- Levantar cargas muy pesadas de forma inadecuada y constante.
- Tos aguda.
- Estreñimiento, hacer demasiada fuerza el defecar.
- Enfermedades bronquiales.
- Edad avanzada.
- Niveles bajos de estrógenos, lo cual se agudiza en la menopausia.
Lo ideal es comenzar con ejercicios suaves de Kegel para entrenar tanto al cuerpo como a la mente en cuanto a las sensaciones que deben percibir cuando esté realizando el movimiento y una vez controlada la técnica de Kegel incrementar la duración y presión de los mismos.
Otro método que contribuye a fortalecer no sólo la musculatura pélvica, si no también a la pared abdominal son los abdominales hipopresivos.
Estos ejercicios ayudan tanto a hombres como a mujeres sin importar la edad o condición, además contribuyen para:
- Una mejor función sexual tanto en hombres como en las mujeres.
- Aumento de la autoestima.
- Disminución o prevención de la pérdida de la orina.
- En el caso de los caballeros fortalece la próstata disminuyendo el riesgo de cáncer de próstata.
- Disminuyen o previenen la eyaculación precoz e incluso puede aumentar la duración del encuentro sexual.
- Para la mujer reduce el tiempo de recuperación después del parto, además de ser de gran ayuda durante el parto.
Así que si presentas los síntomas como:
- Pérdida frecuente de orina.
- Incapacidad para controlar los gases.
- Pérdidas de material fecal o dificultad para controlarlo.
- En el caso de las mujeres notas a la vagina hacia afuera (al sentarte sientes un bulto) y en ocasiones lo puedes ver fácilmente.
- Eyaculación precoz (aunque hay también otras causas para ello).
- Si te ríes, estornudas o toses y no puedes controlar la orina (gotas o pequeños escapes).
- Sientes tirones e incluso dolor en la parte baja del vientre a nivel muscular.
Lo recomendable es acudir a un especialista que evalúe tu caso (a qué grado se encuentra) y aplicar ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico además de evitar algunas de las causas antes mencionadas.
Recuerda, todo lo que hagamos para fortalecer a nuestro cuerpo tanto en ejercicios, estiramientos y alimentación se verá reflejado en un futuro libre de padecimientos, medicamentos o de aparatos de apoyo para movilizarnos.
Muchas veces menospreciamos las técnicas sencillas pero en ocasiones estas técnicas son suficientes para aliviar molestias y futuros padecimientos.
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