En la actualidad muchas personas atribuyen el trabajar la masa muscular a los deportistas; sin embargo, la importancia de la musculatura para la buena salud va mucho más lejos de las competencias fitness y aquí te lo explico.

Escuchamos a muchos doctores decir que debemos ejercitar al cuerpo y esto es cierto aunque muchas veces no le brindemos la debida importancia.

Pero, ¿Por qué debemos ejercitarnos y ganar masa muscular?

Los músculos son el soporte del cuerpo entonces, imagina que eres un títere y que los músculos son los hilos que te dan el movimiento, ¿Qué ocurriría si estos hilos se debilitan?

Con el paso del tiempo por la inactividad física y lo cambios hormonales los músculos y los huesos se debilitan e incluso en algunos casos algunos músculos se atrofian.

Cuando somos jóvenes debido a la actividad diaria esto no representa un riesgo pero conforme ganamos años o la actividad diaria se reduce allí se comienzan a manifestar las consecuencias de la falta de desarrollo muscular.

Además, por cada década que avanzamos en edad perdemos musculatura, digamos que según la naturaleza venimos al mundo débiles y así nos vamos.

¿Pero se puede cambiar esto?

Rotundamente SI!

Si nosotros llevamos una dieta saludable y realizamos ejercicios para mantener y ganar masa muscular esta reducción se verá aminorada y no representará un riesgo en la etapa de la vejez.

También el ganar y mantener una buena masa muscular ayudará a atenuar los cambios hormonales inevitables de nuestro cuerpo conforme avanzamos en adultez, lo que se traduce a una mejor salud y menor riesgo en todos los aspectos.

Entonces, la pregunta es: 

¿Quieres ser un adulto mayor activo y saludable, capaz de llevar su vida según su criterio sin riesgos de salud y libre de medicinas?

Si tu respuesta es SI, entonces comienza a planificar tu cambio de hábitos tanto alimenticios como de ejercicios.

Aqui algunos consejos:

1. Puedes incorporar a tu dieta comida saludable tratando de que comer un 80 a 90% de tus alimentos saludables y otorgar el resto a lo que te gusta (no tan sano).
2. Comienza a realizar cualquier actividad física que represente un gasto calórico extra y un reto para tu cuerpo. 

Puede ser caminar, correr, andar en bici, saltar la cuerda, ir al gimnasio o practicar diferentes disciplinas como natación, aeróbicos, Hit, boxeo, baile, yoga, artes marciales o cualquier otro que te guste y que puedas mantener por mucho tiempo disfrutándolo.